Afortunadamente cada vez es más gente la que se atreve a ir al psicólogo. Y por suerte también, cada vez son más los que lo reconocen abiertamente como algo natural. Siempre decimos que es algo tan normal como ir al médico o al dentista. Sin embargo, muy a nuestro pesar, alrededor de nuestra profesión hay muchos mitos. Concretamente alrededor de acudir a terapia. Hemos recogido algunos en este post para desmontarlos y contaros nuestra opinión. ¡Veamos!
Yo no necesito ir al psicólogo, no estoy loco 😵
Ay si me dieran un euro por cada vez que he escuchado eso. Para empezar, ¿qué estar loco? Es una forma de hablar bastante despectiva si nos referimos al colectivo de la enfermedad mental. Este colectivo necesita en muchas ocasiones una terapia, pero no son los únicos. Cuando te sientes sobrepasado, cuando estás bloqueado, cuando sientes que no eres feliz, necesitas apoyo y puede que necesites un psicólogo. Y eso no significa que estés loco.
Solo se habla, ¿para qué va a servir eso? 🤫
Esto no es del todo cierto. Es verdad que una gran parte de la terapia se centra en el diálogo. Pero se trata de un diálogo centrado en el paciente, en el problema que le trae. No se habla de la vida del terapeuta ni de cosas que no tengan que ver con el problema. Además, es un diálogo dirigido, en el que el psicólogo orienta la conversación para ayudar al paciente a la reflexión. Es muy frecuente, que, durante este diálogo entre el psicólogo y el paciente, éste repare en cuestiones que antes no se había parado a pensar.
Cuesta mucho dinero 🤑
Es cierto que una sesión de terapia en la clínica privada puede parecer cara. En nuestro centro, la sesión cuesta 50€. Pero, ¿cuál es la alternativa? ¿Convivir con el malestar? ¿La medicación? Ya comentamos en otro post anterior que no estamos en contra en absoluto de la medicación. No obstante, pensamos que, a priori, puede parecer una alternativa más barata y eficaz que la terapia. A la larga, los tratamientos con antidepresivos, por ejemplo, de forma exclusiva, se extienden mucho en el tiempo. Y si echas cuentas, incluso puede salir más caro que una terapia psicológica.
No la necesito porque tengo a mis amigos 🥰
Es una suerte que tengas amigos maravillosos que te escuchen cuando lo necesitas. Sin embargo, el trabajo del psicólogo no es darte consejos como lo haría un amigo. El psicólogo te ayuda a ver otros puntos de vista, te enseña habilidades y te ayuda a cambiar lo que no te hace feliz. El psicólogo, a diferencia de un amigo, no te da su opinión ni te juzga, simplemente te acompaña en un proceso en el que tú eres el capitán/a general/a.
No tiene fin 🔚
¡Por supuesto que lo tiene! Cuando se comienza un proceso de terapia psicológica se establecen unos objetivos. Esos objetivos tienen que ser medibles para que, cuando lleguemos a ellos, podamos decir adiós a la terapia. Los psicólogos no pretendemos quedarnos con nuestros pacientes para siempre.
Visto un psicólogo, vistos todos 🤷🤷♂️
Este es un mito también muy extendido. Hay algunos que piensan que todos los psicólogos somos iguales. Que todos empleamos las mismas técnicas. Y que, tras una mala experiencia con un psicólogo, te va a ir mal con cualquiera al que vayas.
En primer lugar, existen muchas corrientes distintas que abordan el mismo problema de diferente manera. Cada maestrillo tiene su librillo, vamos. Lo importante es encontrar a un psicólogo con el que te sientas cómodo, seguro y confíes en él y en el trabajo que podéis hacer juntos. Porque, cuando un dentista no te “trata” como te gustaría, no dejas de ir a todos los dentistas y dejas que se te piquen los dientes, ¿verdad? Pues con un psicólogo es igual.
Si quieres que hablemos de tu caso, y te orientemos con eso que no te hace sentir bien, puedes pedir cita para una primera entrevista gratuita en el 634 505 585 o en info@lapuertaazul.net
0 comentarios