Perdonar es una tarea que hacemos casi a diario. Cada día estamos expuestos a que los demás puedan hacer cosas que no nos gusten. O que nos ofendan. Un simple empujón en el metro es motivo para pedir perdón. Pero también para perdonar. Claro que existen ofensas y ofensas mayores. Ahí es cuando entra la dificultad. Es algo muy aceptado en nuestra sociedad el lema: «Perdono, pero no olvido». Pues querido…entonces perdonar lo que se dice perdonar, no lo estás haciendo muy bien. Nos explicamos.
¿Qué es perdonar?
Veamos entonces qué es exactamente perdonar. Para nosotras, es aceptar que el acto de una persona te ha hecho daño y aún así puedes seguir adelante. Porque cuando perdonas, pero no olvidas, en realidad lo que te hizo daño está muy presente. Es una herida que no está cerrada. Y ese rencor que sientes hacia la persona que lo hizo, es un rencor que tienes en tu interior.
¿Cómo perdonar?
Entonces, ¿qué hay que hacer para perdonar? Nosotras creemos que es un proceso activo que incluye:
Aceptar que algo me hace daño
Cuando nos damos cuenta de esto y lo aceptamos en lugar de obviarlo o evitarlo, estamos más cerca de perdonar. En cambio, cuando hacemos como si no hubiera sucedido, lo tapamos. Y no por eso deja de doler, si no todo lo contrario, se enquista cada vez más.
Esto me hace sentir…
El siguiente paso es saber qué emociones me suscita el hecho. Es casi evidente que cuando hay algo que perdonar es porque la emoción predominante es el enfado. Pero es importante saber, ¿con quién estoy enfadado realmente? Quizá estoy enfadado conmigo mismo por haber permitido la situación. O puede que también sienta tristeza por las consecuencias que ha tenido. Puede que por el enfado hayamos dejado de ver a una persona importante para nosotros.
Entender
Quizá este es el paso que más cuesta. Cuando nos hacen daño nos quedamos en nuestra postura. Es muy costoso ponerte en el lugar de la persona que te ha hecho daño. Sin embargo, es esencial entender por qué se ha comportado como lo ha hecho. Saber cuáles han sido las razones de la persona nos acerca a ella.
Afrontar
Una vez pasadas por todas las etapas anteriores puedo intentar reconciliarme con la persona que me dañó. Aunque no necesariamente, ya que hay veces que esto no es posible como cuando la persona ha fallecido. Tomar la decisión de perdonar es algo individual. Puede terminar en reconciliación o no, depende también de la otra persona.
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