“Todos los aprendizajes más importantes de la vida , se hacen jugando”
Francesco Tonucci
El juego en la infancia, nunca es una pérdida de tiempo. Son un elemento básico en la vida y desarrollo de los más pequeños. Además, ayudan a desarrollar diferentes capacidades en ellos que son esenciales para la vida.
El juego, siempre es una experiencia de aprendizaje ya que a través de él, exploran, conocen, se comunican y sobre todo disfrutan y les otorga la gran oportunidad de establecer relaciones con sus iguales. Es un gran elemento socializador, que les permite adquirir habilidades imprescindibles para la sociedad en la que vivimos.
¿Videojuego o juego tradicional?
Como bien sabemos, actualmente, los videojuegos o juegos tecnológicos, están a la orden del día. Nuestros pequeños, conocen la tecnología desde que nacen prácticamente. No queremos ponernos tremedistas ni negar la necesidad de las tecnologías. Es importante que los niños las conozcan y las manejen. Son muy útiles para el aprendizaje, ahorran tiempo y es algo con lo que han de vivir y crecer. Sin embargo, todo ha de ser en su justa medida. Poco a poco se está perdiendo el juego tradicional en favor del juego tecnológico. Y esto tiene sus consecuencias para los peques.
¿Qué se pierden los niños cuando están frente a las pantallas?
Interactúan menos, tanto con adultos como con iguales, ya que normalmente, este tipo de actividades, se desarrollan de forma individual. Esto hace que después puedan surgir dificultades a la hora de relacionarse. Acostumbrados a no tener que negociar con nadie, a no tener que ponerse de acuerdo sobre normas, a no tener que ceder de vez en cuando, en el momento que eso ocurre el pequeño no sabe enfrentarse a ello.
No vivencian experiencias reales, que sí podrían vivir disfrutando de juegos más tradicionales. No es lo mismo jugar a que te pillen o pillar que hacerlo a través de una pantalla. ¡La adrenalina no es la misma!
Se mueven menos, ya que normalmente, no necesitan moverse para poder jugar a través de una pantalla.
Como padres, ¿qué podemos hacer?
En muchas ocasiones, nos resulta difícil ofrecerle juegos a los más pequeños que les brinden la oportunidad de explorar, conocer y desarrollarse con los iguales. Sin embargo, muchas de las cosas más sencillas que nos rodean pueden convertirse en un juego para todos. Crear un juego junto a nuestros hijos pequeños puede ser incluso más divertido y no nos hacen falta grandes materiales.
Crecer jugando, aprendiendo y conociendo el mundo que nos rodea, es una parte esencial del desarrollo de los más pequeños, ¡jugar nunca es una pérdida de tiempo!
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