Existen diferentes situaciones que pueden provocarnos un gran dolor a lo largo de nuestra vida. Por ejemplo, experimentar un evento traumático, una pérdida inesperada de un familiar, sufrir abusos sexuales o físicos, una enfermedad crónica, etc.

En ocasiones, este dolor puede llegar a ser muy intenso, provocando finalmente una pérdida de control sobre uno mismo. Podemos pensar que no existe salida, que nada puede aliviar cómo nos sentimos. Es entonces cuando se da una pérdida de esperanza y pueden surgir pensamientos o deseo de muerte. Es lo que se conoce como ideación suicida.

¿Qué es la ideación suicida?

La ideación suicida hace referencia a aquellos pensamientos relacionados con el deseo de quitarse la vida de manera intencionada. Se puede diferenciar entre ideación pasiva o activa, en función de si existe deseo de muerte o si se acompaña de una planificación.

Es posible también que de manera previa a la planificación o intento de suicidio, se den conductas autolesivas. Estas tienen como objetivo provocar un daño, sin intención de muerte y generalmente surgen como estrategia de regulación.

La ideación suicida surge de la pérdida de esperanza y sentido y la ineficacia de las estrategias de solución disponibles. Sin embargo, esto no indica que no haya salidas, sino que nos sentimos muy vulnerables, desconectados y cansados de luchar para salir de ahí. Todo esto favorece una visión desesperanzada de futuro, nos impide pensar con claridad y focaliza nuestra atención en los aspectos más negativos.

Además, la estigmatización y los mitos asociados al suicidio, pueden dificultar que pidamos ayuda o que compartamos estos pensamientos con personas de nuestro entorno.

Cómo actuar

Es habitual que ante este tipo de pensamientos nos asustemos y nos sintamos confundidos, bloqueados, sin saber cómo gestionarlos. Hablar de ello puede reducir nuestro malestar y quizá aportarnos algo de luz, pero a veces puede resultar complicado. “¿A quién se lo cuento?, “¿Qué pensarán de mí?”, “¿Y si les asusto?”.

Por esto mismo, puede ser de ayuda conocer los recursos disponibles, como es el teléfono 024. Se trata de una línea de atención a la conducta suicida, disponible las 24 horas del día, gratuita y confidencial.

Igualmente, si identificas con este post y deseas pedir ayuda, recuerda que puedes pedir cita para una entrevista gratuita en info@lapuertaazul.net o en el 634 505 585.