Ya sea por convención social o por deseo propio, nos planteamos nuevos objetivos y propósitos a conseguir.
Siempre que se acerca Nochevieja hacemos balances y reflexiones sobre cómo ha ido nuestro año. Todo lo que hemos logrado, los obstáculos que hemos tenido, lo que ha sucedido y cómo queremos que pasen las cosas este año que entra. En definitiva, le damos muchas vueltas a los nuevos propósitos que queremos conseguir, pero ¿por qué nos cuesta tanto cumplirlos?
ESTE AÑO NO TENGO PROPÓSITOS…
Aunque pueda parecernos un poco extraño, es muy normal que no tengamos propósitos que para el año que va a entrar. El momento de preguntarnos qué cosas queremos cambiar o mejorar puede ser bastante difícil de responder. Igual no queremos cambiar nada o no estamos sabiendo dónde poner el foco.
Desde La Puerta Azul, os animamos a reflexionar sobre qué cosas necesitamos, cuáles son nuestros deseos y qué áreas de nuestra vida nos gustaría cambiar o mejorar. Si dedicamos un tiempo a la reflexión, podemos averiguar nuevas metas que queremos lograr. Esta tarea nos puede resultar frustrante y generarnos emociones desagradables, tómate el tiempo necesario para poder reflexionar.
CÓMO CUMPLIR ESOS PROPÓSITOS
Sin duda, lo que más nos cuesta de los propósitos es el hecho de cumplirlos. Desde nuestro centro, os queremos dar algunos tips que os pueden ayudar a cumplir estos propósitos:
Busca algo que te motive. Es momento de ponerse a pensar sobre las cosas que nos gustaría y que deseamos conseguir. No pienses en las metas del resto. Antes de plantearlo, sería interesante preguntarnos el por qué elegimos ese propósito, siendo esta la pregunta que nos dé fuerza para conseguirlo.
Sé realista. Cuando ya hayamos buscado algo que nos motiva, tendremos que valorar qué podemos llevar a cabo y qué no. Todos tenemos limitaciones y tenemos que priorizar ciertas rutinas de nuestro día a día. Valorar qué hueco podemos hacer a estos nuevos propósitos, nos ayuda a alcanzarlos poco a poco.
Aprende a poner objetivos. A menudo, nos planteamos objetivos que son difusos y vagos como, por ejemplo, mejorar mi aspecto físico. Este tipo de objetivos son muy difíciles de llevarlos a cabo. Son poco concretos y también no resulta complicado saber cuándo los hemos conseguido. Por ello, es fundamental que tengamos las metas más claras.
Planea un plan de acción. Una de las cosas que hace que nos rindamos ante las nuevas metas es porque las vemos demasiado lejanas en el tiempo. Una buena opción para combatir esto, es desmigar este objetivo tan grande, en otros más pequeños y más alcanzables.
Visualiza los logros. La mayoría de las personas que intentan hacer cambios en su vida tienen momentos de fracaso y desmotivación. Lo normal es que muchas veces no nos van a salir las cosas como esperamos pues, todo cambio implica retrocesos. Focalizando nuestra atención en los logros podemos conseguirlos.
Plantear y cumplir nuestros nuevos propósitos que queremos conseguir este año puede resultar costoso. Recuerda que puedes pedir cita para una entrevista gratuita en info@lapuertaazul.net o en el 634 505 585.
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