El amor de pareja ha sido objeto de estudio desde varias disciplinas. Éstas llevan tiempo intentando explicar qué es el amor. Desde la química, pretenden explicarlo como el resultado de varias reacciones químicas al encuentro de dos personas. Desde la filosofía, utilizan un mensaje mucho más trascendental, como el motor que mueve el mundo. La física, es probable que piense que se trata de un proceso de atracción de dos cuerpos diferentes.

¿Qué opina la psicología de todo esto? ¿Cómo explicamos desde la psicología el concepto del amor de pareja?

LA TEORÍA TRIANGULAR DE STENBERG

En psicología hay varias teorías explicativas sobre el amor. Esto no quiere decir que haya una fórmula secreta para que una pareja funcione. Cada pareja es un mundo y se enfrenta a unas u otras dificultades. Sin embargo, hay algunos ingredientes que, de forma general, se pueden aplicar a todas las parejas.

En este tema se especializó hace unos años el psicólogo Stenberg. Su teoría triangular del amor de pareja intenta arrojar luz sobre cómo se forma, los distintos tipos que hay y los componentes del mismo. Según este autor, después de una ardua investigación descubrió lo que él considera los componentes primordiales. Se trata de la pasión, el compromiso y la intimidad. Veámoslos uno por uno.

PASIÓN

Por pasión se entiende la excitación o necesidad física que tenemos de estar con otra persona. Es lo que nos mueve para tener relaciones sexuales. Es el deseo que nos impulsa a tener cercanía y contacto físico con otra persona.

Se trata del componente más intenso de los tres. Al inicio de las relaciones es común que sea uno de los factores más predominantes. Es cierto que cada persona y cada pareja es un mundo. Pero suele ser algo habitual que al inicio de las relaciones, la pasión sea uno de los protagonistas y después con el paso del tiempo vaya pasando a un segundo plano. Esto no quiere decir que tenga que disminuir el número de relaciones sexuales, ya que eso es algo intrínseco a cada persona y cada pareja. Pero sí es cierto que con el paso del tiempo disminuye. En la fase de enamoramiento inicial mantenemos unos niveles de excitación y energía que, si tuviéramos que mantener durante toda la relación sería muy costoso para nuestro cuerpo. Por eso al principio la pasión es el componente predominante y después va disminuyendo.

Una pareja que solo tiene pasión y carece de intimidad y compromiso se denomina «Encaprichamiento». Se trata de una relación intensa pero en el fondo vacía sentimientos más profundos.

INTIMIDAD

La intimidad es la confianza que tenemos con nuestra pareja. Pero también hace referencia a la capacidad que tenemos de entenderla y mostrar ese apoyo y cercanía.

Al contrario que la pasión, la intimidad es un componente que se intensifica con el paso del tiempo. Cuanto más roce tenemos, más confianza adquirimos. Esto es lógico ya que cuanto más conocemos a una persona somos más capaces de entenderla y preveer cómo se va a sentir ante determinadas situaciones.

La intimidad no es exclusiva de las relaciones de pareja. De hecho, una relación de pareja que solo tiene intimidad se parecerá más a una relación de amistad. Hay cariño, confianza y apoyo, pero no tiene pasión ni compromiso.

COMPROMISO

En cuanto al compromiso, se refiere a la decisión de amar a una persona independientemente de las situaciones que puedan surgir. Es la decisión de mantener el vínculo con esa persona, teniendo en cuenta no solo el presente, si no el futuro.

Cuando se trata de una pareja en la que solamente existe el compromiso se llama «Amor vacío». En este caso, al carecer de intimidad y pasión lo único que les une como pareja es el acuerdo de estar juntos. No existe ninguna cercanía, complicidad ni deseo en este tipo de parejas. Puede ser el estado inicial de un matrimonio concertado previamente sin que ambas partes se conocieran. O puede ser el estado al que haya llegado un matrimonio que no comenzó así.

Veamos ahora qué más combinaciones existen con los tres componentes.

PASIÓN + INTIMIDAD

A esta combinación se le llama «Amor romántico». Es como una relación de amistad a la que se suma la atracción física. Puede corresponder a los momentos iniciales del noviazgo entre dos personas. Una pareja que se va conociendo y va compartiendo cariño y afecto además de pasión.

Esta combinación podría parecer ideal, sin embargo, al no haber compromiso la más mínima adversidad puede hacer que se tambalee.

PASIÓN + COMPROMISO

Esta otra combinación recibe el nombre de «Amor fatuo». En este caso hay una decisión por permanecer juntos y una atracción física predominante. No obstante, se trata de un tipo de pareja que no posee intimidad, por tanto no existe esa confianza y apoyo más allá de las relaciones sexuales.

Se trata también de una combinación complicada ya que aunque exista deseo no se comparten muchas más cosas.

INTIMIDAD + COMPROMISO

Esta penúltima combinación se llama «Amor sociable» y se trata de un amor caracterizado por el cariño y la confianza. Se puede pensar que cuando las parejas llevan muchos años juntas es el tipo de amor en el que se desemboca. No obstante, no tiene por qué ser así. Que una pareja lleve mucho tiempo juntos no quiere decir que no pueda haber pasión entre ellos.

PASIÓN + INTIMIDAD + COMPROMISO

Esta última combinación obviamente es la ideal. Para Stenberg, los tres componentes son necesarios porque constituyen la manifestación más plena del amor. De hecho lo denomina «Amor pleno».

Está claro que conseguir tener un amor de este tipo es complicado. Pero mantenerlo también supone un desafío. A lo largo de nuestra vida pasamos por momentos diferentes y nuestras necesidades también lo son. Conocer los elementos del amor de pareja nos puede servir para identificar qué aspectos son los que me gustaría mejorar en mi propia pareja. También nos puede servir para reflexionar sobre si es el tipo de pareja que estoy buscando y en caso de que la respuesta sea negativa, dejarlo. En cualquier caso, conocer estos elementos nos ayuda para poder tener una relación de pareja más satisfactoria.