Sois muchas las familias que acudís a la consulta del psicólogo buscando herramientas para ayudar a vuestros hijos a mantener la atención durante más tiempo o prestar atención a varios estímulos a la vez. Aquí os dejamos algunas actividades, para que en esos “ratos muertos” (en el coche, esperando en el dentista, de camino al cole…) podáis practicar.
Palabras encadenadas
Éste es un juego clásico, al que seguro que sabéis jugar. Podéis variar las normas, primero teniendo que encadenar sólo la última letra de la palabra y después la última sílaba. Para variar la dificultad, podéis decidir utilizar sólo palabras del mismo grupo semántico: muebles de casa, comidas, profesiones…; o palabras que tengan la misma característica: objetos que sean rojos o que se encuentren en esta habitación…
Veo-Veo
Estamos seguras que a este juego también sabéis jugar. Podéis aumentar la dificultad. En lugar de decir por qué letra comienza, indicar cuál es la última o una que esté en medio de la palabra. Además, una vez que se descubre la palabra, debemos explicar qué es, para qué se utiliza, etc. Y podemos enlazarlo con el siguiente juego.
Para qué sirve
Elegimos un objeto y tenemos que decir todos los usos que puede tener. Más allá de lo convencional y por muy disparatados que sean. Aquél al que no se le ocurre ningún uso más, pierde.
Quién soy yo
En este juego, una persona elige un personaje. El resto de jugadores deben adivinar qué personaje es, haciendo preguntas a los demás. Las preguntas sólo pueden tener como respuesta “sí” o “no” y como mucho se pueden hacer diez preguntas. También existe una versión de juegos de mesa.
Ni sí ni no
Para ganar a este juego, debemos responder preguntas, que los oponentes nos hacen, sin decir ni sí ni no. Lo que nos lleva a tener un mayor control de los impulsos y buscar otras formas de comunicarnos fuera de las habituales. Al igual que el anterior existe una versión de juego de mesa.
Por supuesto, todos estos juegos que os proponemos se pueden (¡y se deben!) adaptar a las circunstancias en las que vayáis a jugar, a la edad del niño o niña o a los intereses de éste. ¡¡Disfrutad!!
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