Las relaciones humanas son muy complicadas. Muchas veces discutimos con la gente que queremos o tenemos malos entendidos. Pero aún así sabemos que nuestra relación es sana. A pesar de los enfados. Y sabemos que es sana porque no nos daña.

Existe un tipo de conducta que es lo que ahora se llama «tóxica». Esto no significa que nos vayan a pegar algún virus. Sin embargo, las personas “tóxicas” se caracterizan porque nos producen o nos contagian el malestar. La forma de estar en el mundo de este tipo de personas se caracteriza por varios factores, pero lo común es que a su alrededor no nos encontramos bien. A veces somos incapaces de explicar por qué, pero no estamos a gusto con esa persona. Vamos a intentar ayudarte a detectarlas.

La persona tóxica…

Es envidiosa

La envidia no es exclusiva de las personas tóxicas. Pero sí es común que una persona tóxica sea envidiosa. Es ese «amigo» o «amiga» que es incapaz de alegrarse de las cosas buenas que te pasen. Cuando tú tienes un éxito no te felicita por ello. Al contrario, te da a entender que lo que has conseguido no se debe a tu esfuerzo. Su envidia le impide ver tu logro, porque ansía siempre lo que no tiene. Y al final acaba haciéndote sentir mal o dudando de que verdaderamente merecías ese éxito.

Está centrada en sí misma

La persona tóxica habla en exceso de sí misma. Su visión del mundo es pesimista, por lo que sus conversaciones girarán en torno a lo mal que le trata la vida o los demás. Es frecuente que adquieran una actitud de víctima, se quejan sin parar de su mala suerte y no hacen nada por cambiarla. Si intentas contarle un problema tuyo o algo que te pasa no saldrá bien. Lo tomará como una ofensa, ya que siempre piensa que lo suyo es lo más importante.

Juzga

Es bastante común también que la persona tóxica juzgue y dé opiniones aún cuando no se las hemos pedido. A veces te dicen que vas mal peinado. O que esa falda no te sienta del todo bien. Y tú no le has pedido opinión, pero ya te lo han soltado. Bajo la capa de la sinceridad hacen comentarios de lo más dañinos. Y no, no es necesario ser tan sincero.

Quita la energía

Cuando conoces a una persona al principio no sabes como es. Conforme vas compartiendo tiempo con ella te vas dando cuenta de cuál es su actitud en general. Con la persona tóxica pasa que, al principio, nada más conocerla puede que te de pena. Su visión pesimista del mundo y de los demás le hacen parecer poco menos que una víctima de la sociedad. Y te irá contagiando su malestar, su mala energía. Notarás como si te estuviera quitando tu energía, tu positividad.

Manipula

Por último, la persona tóxica con frecuencia utiliza la manipulación para conseguir de ti lo que quiere. Son expertas usando el chantaje emocional si con otras herramientas no han conseguido que hagas lo que quieren.