En muchas ocasiones tenemos que hacer alguna crítica las personas que nos rodean. A nadie le gusta escuchar una crítica, pero si ésta la hacemos con el fin de ayudar a la otra persona a mejorar en lugar de simplemente recriminar o hacerla sentir mal, es muy probable que ésta acoja nuestro comentario con mayor facilidad. ¿Cómo hacemos esto?
Delimita el comportamiento que quieres criticar
Muchas veces, cuando mencionamos algo que no nos gusta, lo hacemos desde el enfado: “Eres un desastre” o “Todo lo haces mal”. Este tipo de críticas destructivas no tiene otra intención que desfogar nuestro enfado; sin embargo, no incitan al cambio.
Haz que tu crítica sea lo más específica posible
Céntrate en conductas concretas, generalidades. En vez de decir “Está todo desordenado” prueba a decir “Las zapatillas y la ropa no está en su lugar”
Valora si el cambio es posible
Asegúrate de que el comportamiento que criticas es posible cambiar, y si no es así no lo critiques. Es muy habitual que nos molesten algunos rasgos de la personalidad de personas que nos rodean (compañeros de trabajo, miembros de nuestra familia, amigos…). En muchas ocasiones dichos aspectos no son modificables fácilmente. Si nuestro hijo es terriblemente inquieto es muy difícil que deje de serlo, podemos canalizar el exceso de actividad, pero jamás lograremos que desaparezco.
Utiliza mensajes «yo»
Evita amenazas y acusaciones ya que simplemente harán que la otra persona se sitúe a la defensiva y no reciba tu crítica de forma positiva. Habla en primera persona (“A mí no me gusta…”) en lugar de en segunda (“Tú haces…”).
¿Te han comprendido?
Asegúrate de que la otra persona entiende tu crítica y la razón de la misma, puesto que si entiende por qué te molesta su comportamiento es más probable que lo cambie.
No insistas demasiado
Una crítica larga y repetitiva induce, simplemente, a que la otra persona desconecte. Debemos asegurarnos que el mensaje a llegado correctamente, pero una vez que esto es así, no seguir profundizando en el tema ya que puede inducir el malestar en la otra persona.
Ofrece tu ayuda
Comprométete a colaborar para resolver la situación. Pregúntale a la otra persona cómo puedes ayudarle, quizá puedas ofrecer tu ayuda o proporcionar recordatorios.
Cuida tu lenguaje no verbal
Debe reforzar tus palabras en vez de contradecirlas. Aunque el mensaje que mandes sea muy constructivo, si lo haces gritando y con cara de enfado, es muy probable que la otra persona se sienta agredida y actúe en consecuencia.
Sé empático
Demostrando tu empatía con los sentimientos o con el problema de la otra persona, generas conexión entre ambos. Cuando conectamos con la otra persona y ésta se siente validada emocionalmente en vez de juzgada, estamos facilitando el cambio.
Busca el momento y el lugar
Resérvate la crítica para el momento y el lugar adecuados. Trata de situarte en el lugar de esa persona y si no tiene un buen día piensa si puedes dejar la crítica para más adelante, en un día o en un momento que vaya a ser bien recibida.
Estate preparado
Considera la posibilidad de prevenir una reacción hostil a tu crítica prediciendo la reacción de la otra persona: «Sé que te puedo decir esto porque eres capaz de tomarlo bien».
Agradécelo
Si tu crítica produce resultados positivos, reconócelo y agradécelo verbalmente. Elogiando el cambio de comportamiento hacemos que los efectos de las críticas sean más duraderos en el tiempo. Recuerda que cuando nos esforzamos por agradar a otras personas, a todos nos gustan que nos lo reconozcan.
Gracias por blog….muy instructivo..me encanta!!