El psicólogo es un profesional de la salud y al igual que otros profesionales de este ámbito su ayuda puede resultar clave en determinados momentos de la vida. Si nos duele, la espalda acudimos, al fisioterapeuta; cuando tenemos molestias en el estómago, visitamos al médico; si nos duele una muela, pedimos cita en el dentista…, pero ante qué síntomas debemos plantearnos buscar la ayuda de un psicólogo.
Crisis vital
En ocasiones, existen situaciones vitales que son muy complicadas y a las que no sabemos cómo hacer frente. Estas situaciones a las que nos referimos, pueden ser entendidas por el entorno de quien las sufre como algo relevante: una ruptura de pareja, la muerte de un ser querido, un despido laboral, una infidelidad… Sin embargo, es habitual que situaciones, ante las que amigos y familiares sentencian que “no es para tanto”, produzcan un terrible sufrimiento a quien las sufre.
Sentir que las circunstancias te superan
Otras veces, no hay una causa clara que podamos relacionar con nuestro malestar. Sino que son un cúmulo de situaciones las hacen que sintamos que “no podemos más”. Ante estas sensaciones de desbordamientos emocional, las personas sienten que no son felices. Puede que hayan perdido la ilusión y necesitan recuperarla para seguir hacia delante. La ayuda profesional del psicólogo, te ayudará a descubrir en qué momento comenzó la caída y qué se puede hacer para remontar el vuelo.
No quererte a ti mismo
Muchos de los problemas por los que los pacientes acuden al psicólogo, se sustentan en problemas de autoestima. Sin embargo, muchas personas expresan su problema como “es que no me quiero” o “no me hago respetar, los demás siempre van antes que yo”. Si tienes este tipo de pensamientos negativos y éstos te producen malestar, puede ser aconsejable que visites a un psicólogo, ya que una autoestima alta es fundamental para disfrutar de una vida plena.
No ser asertivo
La asertividad es una habilidad compleja que permite comunicarte con las personas respetándolos a ellos y a nosotros mismos. ¡Ay, respetarnos a nosotros mismos! ¡Qué fácil de decir! Pero… ¿Y de hacer? Respetarnos a nosotros mismos implica comunicar nuestras emociones y nuestros deseos, sin juzgarlos. Todos tenemos unos derechos asertivos, ¿los conoces? ¿los respetas?
El tabú de ir al psicólogo
Muchas veces acudir al psicólogo está relacionado con la locura. A pesar de que se ha avanzado mucho en la sociedad, aún son muchas las personas que sufren en silencio y no buscan ayuda por el “qué dirán”. En este sentido, todos tenemos la responsabilidad de respetar a las personas que deciden buscar ayuda para mejorar su vida, porque lo que es de locos es no ir al psicólogo.
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