Llega el esperado verano, después de muchos meses trabajando duro y son muchos los padres y profesionales de la educación que nos hacen las siguientes preguntas:
“¿crees que mi hijo debería hacer deberes durante el verano?”
“¿es bueno que mande deberes para que no pierdan el ritmo de clase?”
“¿debería hacer deberes en estos meses para que no se le olvide lo aprendido este año?”
Es normal que estas preguntas no ronden por la cabeza ya que vienen unas largas vacaciones, de aproximadamente 3 meses, y no queremos que nuestros hijos y escolares pierdan todo lo aprendido durante el curso. Este es un miedo muy común, pues nuestros escolares han trabajo mucho y muy duro para conseguir alcanzar los objetivos propuestos por en este curso académico.
ENTONCES… ¿DEBERES SÍ O NO?
Después de nueve meses de aprendizajes, deberes, repasos, exámenes y horas de clase y estudio, es importante descansar y desconectar del colegio o Instituto. Las vacaciones, en general, y las vacaciones de verano, en particular, no deberían ser sinónimo de aprendizaje escolar o, por lo menos, no a lo que tenemos estipulado que es el aprendizaje académico. Las vacaciones sí son sinónimo de descanso y disfrute, momento para hacer actividades diferentes a las que hacemos diariamente, viajar, estar con amigos y, también aprender, pero de forma diferente.
Un ambiente más relajado, sin tanto estrés, sin tensión diaria, el hecho de ser una época con más horas de luz son algunos de los factores que favorecen el aprendizaje de los niños, adolescentes y adultos. Por ello, el verano es un momento muy bueno y positivo para aprender cosas nuevas y fortalecer los conocimientos que ya teníamos, pero de forma diferente a la que llevamos haciendo durante todo el año.
¿CÓMO PODEMOS APRENDER EN VERANO?
Somos partidarias de que los niños sigan aprendiendo, pero… ¿de qué manera?
No con actividades académicas, cuadernillos, libros y listas enormes de ejercicio; estos aprendizajes deben darse dentro del aula. En este punto hay que valorar más el descanso, la diversión y el disfrute.
Te proponemos que hagáis actividades que les interesen y les motiven a través de juegos, canciones, manualidades, recetas, canciones etc. Además, al ser verano, se disfruta más de las actividades al aire libre como, por ejemplo, viajar y conocer otras partes del mundo diferentes a tu ciudad, visitar museos y exposiciones, o actividades que le apasionen a tu hijo como ir a la granja.
Todas estas son actividades que implican diversión y disfrute, pero también son una gran fuente de aprendizaje.
Si aún tienes dudas sobre si mandar deberes o crees que no sabes cómo aprender junto a tu hijo este verano, recuerda que puedes pedir cita para una entrevista gratuita en info@lapuertaazul.net o en el 634 505 585.
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