Con el tiempo nuestro hijo/a debe dejar el biberón y empezar a beber exclusivamente en taza o vaso. Cuando llegue ese momento es misión vuestra ayudarle en la transición. A veces, a los adultos les preocupa que el niño no tome suficiente leche o alimento. Si ésta es una de vuestras preocupaciones, preguntarle al pediatra qué cantidad de leche o derivados debe tomar según su edad.

Dejando el biberón atrás…

Cada familia debe encontrar el método que mejor le resulte antes de comenzar la transición. Vosotros, como padres y madres, sois los que mejor conocéis a vuestro peque, por lo que os tenéis que sentir cómodos con todos los caminos que emprendáis. Os dejamos algunas recomendaciones que os puede ser de utilidad.

El biberón puede ser mucho más que un alimento. Si notáis que vuestro peque lo usa para relajarse, os puede resultar de utilidad introducir otra forma, puede ser acariciar un peluche, o quizá leer un cuento o algo tan sencillo como un abrazo. Para ello es importante, que conectéis con vuestro peque y descubráis que necesidad está supliendo el biberón.

¿Cómo realizar la transición?

Si el biberón es una forma de obtener alimento, antes de comenzar a dejar el biberón os recomendamos que empecéis a ofrecer la taza o el vaso. Que vuestro hijo o hija os vea beber en él, enseñadle como poner las manitas y ofrecer vasos adecuados a su edad. Si aun así no termina de decidirse, hay quien recomienda “engañarle” con el contenido. Esto es ofrecerle la bebida en biberón disuelto en agua, para que sea menos sabrosa y la que ofrecemos en taza o vaso esté sin disolver para que les guste más y se anime a probar el nuevo recipiente

Quizá prefiráis que la transición sea menos progresiva. Sois vosotros quienes conocéis a vuestro hijo y quienes sabéis que método va con él. Si ésta es vuestra decisión, debéis estar ambos padres de acuerdo, y saber que el cambio puede ser duro. Analizad qué os preocupa y juntos, como equipo, elaborad un plan para resolver las dificultades.

En cualquier caso, vuestro peque se sentirá más motivado a dejar el biberón, si le elogiáis muy efusivamente cuando beba en su taza o vaso nuevos. Podéis decirle lo mayor que es y lo orgullosos que estáis de él.

¡Ay, el biberón nocturno!

Generalmente, éste es el biberón que más quebraderos de cabeza trae a las familias, porque es el más les cuesta dejar de usar a los niños. Muchas veces los pequeños les gusta el momento nocturno acompañado de su biberón ya que les reconforta y les relaja. Probad a introducir nuevas formas de relajación: un buen baño caliente antes de acostarse, música relajante, ejercicios de respiración, cuentos… cualquier táctica que les serene es útil si conseguimos que se duerman sin él.

La crianza puede ser muy complicada en algunos momentos. Muchas veces nos gustaría que al nacer los niños viniesen con un manual, pero los padres debéis adaptaros a las necesidades de cada peque y lo que sirvió para uno, puede no servir para otro. Si en algún momento os sentís perdidos y necesitáis orientación recuerda que podéis pedir cita para una entrevista gratuita en info@lapuertaazul.net o en el 634 505 585.