El ritmo en el que cada niño consigue el control de los esfínteres es variable. Cada niño tiene su propio ritmo de maduración psicomotor. La mayoría de los niños consigue el control diurno entre los dos y tres años; el nocturno puede tardar bastante más. Según algunas estadísticas, uno de cada diez niño no logra controlar el pis por la noche antes de los seis años de edad.

¿Por qué se sigue haciendo pis?

Los motivos por los que un niño se hace pis en la cama pueden ser varios:

El primero de ellos, es que tenga un sueño muy profundo. Esto puede provocar que no detecte las señales que le envía su cuerpo. Estas señales le indicarían que tiene la vejiga llena y que se va a desbordar en breve.

Otra razón puede ser que tenga una mayor producción de orina por varios motivos: beber mucho antes de acostarse o durante la noche, menor producción de la hormona antidiurética durante el sueño… Una visita al médico os ayudará a resolver estas dudas.

Por último, se puede deber a problemas emocionales. Esto sucede en niños que llegaron a controlar la orina en un momento del desarrollo y dejaron de hacerlo. Suele estar relacionado con un evento importante en la vida del niño: cambio de infantil a primaria, llegada de un nuevo hermano a la familia, separación de los padres… En estas ocasiones, será necesario acudir a un psicólogo, ya que la enuresis nocturna es un síntoma de otro problema, que es el que precisa atención.

¿Qué podemos hacer?

Si vuestro hijo aún se hace pis en la cama, hay algunas cosas que podéis hacer para que le resulte más sencillo. Sin embargo, hay que tener claro algo: los niños no se hacen pis en la cama a propósito. Es importante que recordéis esto. Entendemos que es  muy molesto que sea que se haga pis en la cama. Y que sois humanos y hay cosas que os sacan de vuestras casillas. Pero si queréis que la situación mejore, tendréis que buscar una forma de canalizar vuestro malestar, diferente a enfadaros con él. De hecho, es muy probable que él lo esté pasando peor que vosotros.

• Recordad que es muy importante que los niños/as se acostumbren a hacer pis siempre antes de acostarse.
• Cuando amanezca con la cama mojada, pedidle que os ayude en la tarea de lavar y cambiar las sábanas. No a modo de castigo, sino para implicarle en el proceso lógico que tiene haberse hecho pis en la cama.
• Podéis llevar un registro, en el que anotaréis los días que consigue levantarse seco. A este registro le deberéis dar la importancia que tiene: toda la familia estará muy orgullosa de los progresos del niño.