Nuestro cuerpo es una parte muy importante de nuestra persona. Solemos cuidarlo, mimarlo y estar horas mirándonos en el espejo. Sin embargo, cuando alguien nos pregunta por nuestro aspecto físico, solemos responder con “no me gusta mi cuerpo”.

Nuestra imagen corporal es la representación de nuestro cuerpo que hacemos cada uno de nosotros en nuestra mente. Es la forma en que uno se siente, se imagina y actúa consecuentemente. Cuando no nos gusta nuestro cuerpo es porque existen discrepancias entre lo que sería nuestro cuerpo ideal y cómo estoy percibiendo mi cuerpo.

La imagen corporal está muy influenciada por nuestras creencias sobre la apariencia física y las interpretaciones que hacemos. Estos pensamientos negativos se encuentran distorsionados y no se asemejan a la realidad. De esta forma, sacamos conclusiones que crean ideas erróneas como, por ejemplo, “no gusto a los hombres porque estoy gorda”.

Tenemos la mala costumbre de mirar y detenernos en lo que no nos gusta.

¿POR QUÉ NO ME GUSTA MI ASPECTO FÍSICO?

El hecho de que nos guste nuestro cuerpo es algo realmente complicado, pues siempre podemos encontrar partes con las que no estemos cómodos. Te queremos hacer un pequeño spoiler: “La perfección no existe”.

Que no nos guste nuestro físico suele ser lo más normal. Estamos continuamente expuestos a las redes sociales y medios de comunicación. Vamos andando por la calle y estamos rodeados de carteles con personas que tienen cuerpos perfectos. Debido a esto, resulta muy complicado no compararnos con ese ideal que todo el mundo nos gustaría tener.

Tener una imagen de nuestro cuerpo negativa influye en la forma en que nos vemos y nos autoevaluamos, haciendo daño a nuestra autoestima.

¿CÓMO ACEPTAR NUESTRO CUERPO?

Desde la Puerta Azul queremos que aceptemos nuestros cuerpos, que nos queramos y nos mimemos. Para ello es importante:

Emplear de forma sana tu tiempo en redes sociales. Es importante que tengamos en cuenta el contenido al que exponemos a nuestro cerebro de las redes sociales para ver contenido de calidad.

Cuidar tu diálogo interno. Las palabras que nos decimos a nosotros mismos tienen una influencia enorme en nuestro estado de ánimo. Ser más compasivo y flexible en nuestro autodiálogo nos ayudará a aceptarnos.

Observar el resto de las áreas de la vida. No somos solo un cuerpo, nosotros somos mucho más que una imagen. Centrarnos únicamente en eso, sería dejar de lado quiénes somos. Es realmente interesante poner el foco en nuestras cualidades que más valoramos.

Pedir ayuda a un profesional. Muchas veces los sentimientos negativos pueden con nosotros y se nos hace muy complicado gestionarlos. Acudir al psicólogo puede ayudarnos a conseguir nuestros objetivos.

Aceptar nuestro cuerpo no es una tarea fácil. Si sientes que no sabes aceptar tu cuerpo, recuerda que puedes pedir cita para una entrevista gratuita en info@lapuertaazul.net o en el 634 505 585.