El año está a punto de terminar. Para muchos, es un buen momento de marcarse nuevas metas con la llegada del próximo año. Sin embargo, es más que frecuente que las listas de propósitos pasen intactas de un año a otro. Si este año, de verdad quieres cumplir tus objetivos, aquí te dejamos unos consejos para elaborar tu lista:
¿Son medibles de forma objetiva tus propósitos?
En primer lugar, los propósitos deben ser medibles de forma objetiva. Esto quiere decir que cualquier persona estaría de acuerdo si se han logrado o no. Por lo tanto, la consecución no depende de la interpretación que se hace del propósito. En esta línea, quizá debas cambiar de la lista “comer sano” por “comer dos piezas de fruta al día”. Para saber si un propósito es objetivo y medible pregúntate: “para cualquier persona significa lo mismo… (comer sano)” si la respuesta es no, busca de qué otra forma lo puedes expresar para que sea objetivo.
¿Son específicos tus propósitos?
Los propósitos que son específicos y concretos son más fáciles de lograr porque sabes cuándo y cómo has de hacerlo. De esta forma quizá puedas cambiar “ponerme en forma” por “ir al gimnasio lunes, miércoles y viernes después del trabajo empezando el lunes 8”. Así, no quedan dudas ni espacio para la procrastinación. https://es.wikipedia.org/wiki/Procrastinaci%C3%B3n
¿Tendrás ayuda para cumplir tus propósitos?
Uno de los factores que son determinantes en el éxito de los propósitos de años nuevo es la ayuda con la que vas a contar. Si quieres comer más fruta y verdura, pero tu familia continúa con los mismos hábitos alimenticios, es más posible que fracases. De la misma forma, si te apuntas con un amigo al gimnasio, es más posible que vayas y no acabes únicamente pagando la cuota.
¿Son realistas tus propósitos?
Y en este apartado no nos referimos a que te estés planteando jugar en la NBA, sino a si tienes a tu alcance los medios para lograr tu objetivo. Si quieres ir tres veces a la semana al gimnasio, pero tus obligaciones familiares y laborales apenas te dejan tiempo; quizá debas empezar por salir a correr un día a la semana. Si quieres ser vegetariano, pero no te gusta la verdura, quizá debas empezar por probar cada semana un alimento vegetal nuevo para ir acostumbrando el paladar.
Lo más importante es que las metas que te marques sean alcanzables para que te motives al lograrlas y continúes cumpliendo los objetivos que te has propuesto.
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