En el trabajo pasamos muchas horas, eso está claro. Y aunque ahora nuestra situación ha cambiado y muchos de nosotros teletrabajamos, el trabajo sigue provocando estrés. Es posible que el lugar en el que trabajamos influya positiva o negativamente. Sin embargo, no es condición exclusiva.

TIPS PARA AFRONTAR EL ESTRÉS

Cuando hablamos de pasar tiempo en el trabajo, en realidad es pasar tiempo trabajando. Cada empleo tiene unas condiciones y unas razones por las que causa estrés. Es complicado generalizar las causas del estrés, pero vamos a intentar daros algunos tips.

COMUNICAR DE FORMA CLARA

Este es un problema que ocurre muy a menudo. Surgen malos entendidos con compañeros o superiores por no hablar claro. A veces el miedo a posibles represalias nos hace no decir lo que sentimos o necesitamos. Y nuestra máxima es sencilla: hablando se entiende la gente. Siempre que digas las cosas con asertividad y respeto no tiene que haber ningún problema. Porque quizá no decirlo te mantenga sin cambios en el trabajo, pero desde luego el estrés que llevas encima…

FUNCIONES DE CADA UNO

Otro problema super frecuente. En algunas ocasiones las funciones de los distintos compañeros dentro de un equipo no están claras. Es por eso que a veces se producen competencias por hacer determinadas cosas. O bien se puede producir que se haga el trabajo por duplicado, al no saber a quién le pertenece. Esto genera estrés y malos rollos, ya que se puede llegar a pensar que el compañero quiere pisarme. Es responsabilidad de un superior dividir la tarea y dejar claro a cada uno qué tiene que hacer. Si no lo han hecho contigo, ¡pídelo!

ACEPTACIÓN DE LAS CRÍTICAS

Es evidente que a ninguno nos gusta que nos critiquen y menos si lo hacen con saña. Cada vez en más empresas son conscientes de que la crítica constructiva es la que realmente funciona. Si es el caso de la tuya, cuando te indiquen algún aspecto a mejorar, dedícale un tiempo. Entendemos que al principio te pueda enfadar el asunto. Insistimos, a nadie le gusta que le “saquen los colores”. Pasado este rato de enfado, piensa de forma sincera si es algo que puedes mejorar y en qué más ámbitos te vendría bien. ¡Es una oportunidad de crecer y mejorar!

¿ESTOY PREPARADO?

Muchas veces también nos pasa que nos ponen tareas que nos abruman. Solo el hecho de pensar en ellas nos produce estrés. Quizá es la primera vez que nos exponemos ante algo así. Y aquí puede ser que no tengamos opción a decir que no. En ese caso, podremos indicar que necesitamos más formación o una ayuda externa para poder afrontarlo. También nos ayuda entender por qué nos han puesto a nosotros con esa tarea. Preguntarlo y ver tus opciones para sentirte preparado y hacer mejor tu trabajo te ayudará.

Si en algún momento os sentís perdidos y necesitáis orientación recuerda que podéis pedir cita para una entrevista gratuita en info@lapuertaazul.net o en el 634 505 585.